lunes, 8 de junio de 2009

La izquierda se estampa en Europa

Los autodenominados partidos progresistas parecen haber dejado de progresar, al menos en el foro europeo, donde se acaban de dar el mayor batacazo de los últimos tiempos. Si bien no es tan importante la caída, porcentualmente hablando (aunque también lo es), sí que es de destacar la tendencia en casi todos los países de la Unión hacia posiciones de centro derecha y liberales. (Se pueden consultar todos los resultados en esta dirección del Ministerio del Interior: http://resultados2009.mir.es).
Tras el cambio de tendencia que vivimos en tiempos de Aznar, cuando en toda Europa comenzaron a correr tiempos de cambio, eligiéndose gobiernos socialdemócratas como en Francia o Italia, e incluso socialistas como en Portugal, la política vuelve a dar un nuevo giro. Si en aquella ocasión parecía que la política de Bush, la guerra de Irak y las mal llamadas políticas neoliberales de Occidente, nos trajeron una oleada de socialdemocracia, con su también mal llamado progresismo, que casi nos aplasta, ahora parece que vamos a poder respirar otros aires. Que espero no nos intoxiquen.
Positivo es que cada vez hay más peso liberal en la eurocámara, incluso partidos radicales, por qué no decirlo, que ayudan a que los grandes se centren. Y es que la existencia de unos pocos de lo que sea, siempre vienen bien para recordarte algunas cosas, sean buenas o malas.Yo personalmente me congratulo de que los piratas suecos hayan conseguido un escaño, pues será la mayor ofensa que se le pueda hacer a entidades como la SGAE española y sus homólogas europeas, pudiendo hacer pensar un poquito al resto de parlamentarios en los temas que afecten a la gestión de derechos de autor. Y es que lo de la SGAE en España daría para escribrir trillones de bytes. Pero vamos a lo nuestro, a las elecciones europeas.
En nuestra madre patria la flamante e indocta portavoz del PSOE, Leire Pajín, ha vuelto a demostrar su desconocimiento de casi todo alegando que la caída del PSOE es fruto del desgaste sufrido por la crisis, incluso llegó a afirmar que le ha ocurrido lo mismo a todos los gobiernos europeos. Tremendo, porque lo cierto es que nada más lejos de la realidad. Independientemente de si los ciudadanos han votado o no condicionados por la crisis económica, que seguro que sí, la verdad es que la mayoría de los gobiernos de izquierdas se han visto castigados, como el Partido Socialista de Sócrates en Portugal o el Partido Laborista de Brown en Inglaterra. En cambio, los de derechas como Sarkozy, Berlusconi o Merkel, han salido reforzados. Es más, incluso países con gobiernos no progresistas han optado por otras opciones del arco derecho parlamentario en detrimento de las opciones de izquierdas. El resultado final es una debacle para la izquierda europea que tendrán que digerir. Mal que le pese a la señora Pajín.
Pero no contenta con ese análisis de andar por casa, se queda tan ancha comentando el preocupante ascenso de la ultraderecha. ¿De qué ultraderecha nos habla? ¿de la que sigue sin obtener escaños en España? ¿de la que no representa ni el 1% en toda la Unión? Si quiere desviar la atención hágalo sin desvirtuar la realidad, invéntese otra cosa Leire Pajín. En caso de preocupación, debería preocuparnos a todos el acceso de partidos extremistas, sean de izquierdas o de derechas, a las instituciones democráticas. Pero no, eso no parece preocupar. Los "progresistas" como Pajín sólo se preocupan cuando el radical es un facha. Si es un estalinista no, ese no debe ser tan malo para ella.
Con esta forma de pensar yo me pregunto: si un gamberro en vez de pintarle en su casa una esvástica le pinta una hoz y un martillo, ¿no lo considera una gamberrada? ¿le daría igual? Es que señores, hasta hoy mismo en la eurocámara hay partidos extremistas de izquierdas. Que salgan estos para que entren otros que gritan ¡heil Hitler! tanto me da.
El hecho de que en países como Holanda lleguen a ser la tercera fuerza política tampoco debería hacernos temblar. Todo tiene su explicación, y el peligro de exportación de esa situación es ridículo. Otra cosa sería que Pajín nos hablara de que en Francia o Inglaterra los extremistas fueran la tercera fuerza más votada. Pero señora Pajín, la situación dista mucho de ser esa. Bien distinto es que la izquierda socialdemócrata haya bajado tanto en algunos países que se quede a la altura de los extremistas. Pero ese no es un problema para la sociedad, ese es un problema sólo para ustedes.

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